domingo, 6 de septiembre de 2015
El mundo sigue igual
No es pesimismo ni resignación. Es sencillamente una constatación. El niño Aylan Kurdi no ha cambiado nada en lo que se refiere a la desgracia causada por la codicia, el egoismo, el fanatismo y tantos otros vicios tipicamente humanos. Es verdad que la muerte de Aylan en las fronteras de Europa ha golpeado de lleno la consciencia del mundo occidental y ha conseguido movilizar a la gente a favor de los refugiados sirios. Desde entonces, tanto los políticos como los movimientos sociales se mostraron abiertos a la acogida de los refugiados sin condiciones. Pero, me temo que esta movilización sea más emocional que racional. Una imagen impactante como la de Aylan despierta los sentimientos más sensibles pero hay un segundo paso que el hombre tiene que hacer: pasar del corazón a la cabeza; hacer pasar esos sentimientos al tribunal de la razón. La razón es la que coordina todo en el hombre, juzga los sentimientos, los ordena y dictamina el camino recto que seguir. Las migraciones masivas de una cultura hacia otra diferente tienen que gestionarse con inteligencia para que el equilibrio social de la cultura de acogida no se vea desestabilizado. ¿Alguién tiene idea de lo que pasaría si todos los habitantes de Siria, Irak y Afganistán se presentaran a la puerta de Alemania?
Una cosa es abrir las fronteras europeas a los refugiados (deber obligatorio de solidaridad), otra cosa distinta y muy importante es conseguir que Siria y toda la región tengan paz. En este sentido, hace falta que los políticos que tienen más herramientas que el pueblo sencillo tomen medidas contundentes. Si consiguieron estabilizar los balcanes, ¿por qué no conseguirían también lo del oriente medio?
A mi juicio, no veo que algo ha cambiado en este sentido. Por un lado, Siria sigue sangrando e Irak sigue bajo atrocidades de ISIS. ¿Cuántas personas inocentes siguen atrapadas en esta espiral de violencia sin acabar? Por otro lado, la muerte de Aylan no consiguió que el mundo tome consciencia de las barbaridades que pasan en otros sitios del planeta, lejos de Europa. ¿Quién se preocupa de los niños mutiliados o las niñas violadas en los diversos conflictos de África? ¿Quién se pregunta lo que está pasando en Libia, Nigeria, Sudán del Sur, Somalia, República Democrática del Congo, Centroáfrica etc.? Creo incluso que este tema está haciendo olvidar el drama de la humanidad en otros sitios de la tierra.
No basta con conmoverse por una imagen. El mundo no es solamente lo que pasa a la televión, es mucho más grande.
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