sábado, 27 de agosto de 2016

¿A qué sirve la independencia de Sudán del Sur?

Muchas veces los pueblos fijan un objetivo clave en su lucha cotidiana y olvidan pensar en el día después. En política, es una constante observada en diversas épocas. Cuando los pueblos africanos luchaban para alcanzar la descolonización, no tuvieron tiempo de planificar la independencia y cuando ésta llegó se vieron desbordados por los acontecimientos. Muchos de los problemas que sufre el continente hoy vienen de la mala transición entre la colonización y la independencia: etnización del poder, falta de cuadros bien formados, escasez de visión a largo plazo, corrupción, divisiones tribales etc. El caso de Sudán del Sur es una muestra más de que la independencia no lo es todo.
Cuando en julio 2011 se proclamaron los resultados del referendo, Sudán del Sur se convirtió en el estado soberano más joven del mundo. Se ponía fin a una larga guerra de autodeterminación entre el norte más musulmán y el sur más cristiano y de creencia tradicional. El pueblo cantó su himno con alegría pensando tener un futuro más esperanzador. La primera guerra entre las dos partes había empezado en 1955 para terminar en 1972; la segunda igual de atroz empezó en 1983 y terminó con los acuerdos de paz de 2005. Cinco décadas de guerra. ¿Quién no se iba a alegrar del fin de este dolorosa época?
Los sursudaneses pensaban en tiempos de paz, prosperidad, de desarrollo. Disponiendo de grandes yacimientos de petroleo, miraban el futuro con optimismo. Juba iba a ser la gran capital de un gran país construido sobre los enormes sacrificios de sus hijos. 
Desgraciadamente, no fue así. El tiempo se ha encargado de demostrar que la independencia no significa necesariamente paz, prosperidad y desarrollo. 
Poco después de la proclamación de la independencia, dos dirigentes completamente antagónicos se declararon la guerra. El presidente Salva Kiir, de la etnia dinka y el vice-presidente Riek Machar, de la etnia nuer se acusaron mutuamente del intento de asesinato. Kiir acusó a Machar de preparar un golpe de Estado. Los enfrentamientos empezaron en 2013. El pueblo se levantó en medio de los ruidos de las armas entre los seguidores de Kiir que resultan ser mayoritariamente dinka y los seguidores de Machar mayoritariamente nueres.
Lo que era un intento de golpe de Estado se convirtió en una sangrienta limpieza étnica entre los dos grupos. Los militares del gobierno fueron acusados de violar impunemente a las mujeres que no fueran dinka y de matar a todos los hombres de este grupo confundiéndoles con los partidarios de Machar. Por otro lado, los guerrilleros de Machar fueron acusados de lo mismo pero al revés. En muy poco tiempo, Sudán del Sur dejó de ser un país de esperanza para convertirse en un estado fallido. Tan es así que algunos diplomáticos llegaron a proponer con voz baja la puesta bajo tutela de este nuevo país. La independencia no ha servido mucho.
La ONU, como casi siempre, no pudo o no quiso hacer nada para proteger a los civiles. Más de una vez, los hombres armados entraron en sus cuarteles para matar a los desplazados bajo su protección. Igual que en Rwanda durante el genocidio o en otros sitios, la ONU faltó a su deber de protección.
Los países vecinos intentan presionar para parar los enfrentamientos pero también ellos tienen sus intereses. En este momento, se está proponiendo enviar a 4000 militares africanos bajo el paraguas de la Unión Africana y la ONU. Pero para ablandar las posturas de unos y otros, la misión no será de intervención sino de protección. ¡Un eufemismo demasiado irónico!
Los últimos enfrentamientos dentro de la capital Juba han dejado al presidente en posición de fuerza y a su opositor Machar en muy débil posición. De hecho, ha tenido que refugiarse fuera del país.
Volviendo al título de este artículo, la cuestión sigue vigente: ¿A qué ha servido la independencia de Sudán del Sur?
                                                                             Gaetan

sábado, 20 de agosto de 2016

Dos Santos siempre presidente

Hay algunos aspectos en los que África ocupa un lugar privilegiado en el mundo: la longevidad de los presidentes. En la actualidad, el récord lo tiene Teodoro Obiang Nguema de Guinea Ecuatorial seguido de cerca por Eduardo Dos Santos. Los dos cumplen 37 años en el poder y no hay fecha de salida. Más bien, el segundo acaba de oficializar su candidatura para seguir en el puesto.
La historia reciente de Angola coincide con la de Dos Santos. Nacido en 1942 en lo que era la antigua colonia portuguesa, Dos Santos entró muy pronto clandestinamente en los movimientos de lucha contra la colonización. En 1961, se exilió en el vecino Congo dónde se unió a otros luchadores. En 1965, fue admitido en URSS dóndo curso los estudios superiores que acabó en 1969 con una ingeniería en petroleo y comunicaciones. Volvió a su tierra natal.
En aquella época, tres movimientos luchaban paralelamente contra los colonizadores portugueses: MPLA (Movimiento popular para la liberación de Angola), UNITA (Unión nacional para la independencia total de Angola), FNLA (Frente nacional de liberación de Angola). Los tres movimientos nunca llegaron a entenderse a pesar de tener el mismo objetivo. Aquello fue la base de la desgracia de Angola muchos durante muchos años.
En efecto, en 1975, Angola obtuvo su independencia. Agostinho Neto de MPLA dónde también militaba Dos Santos se proclamó presidente pero los otros dos movimientos nunca le reconocieron. A partir de este momento, dentro del marco de la guerra fria entre los USA y la URSS, siguió una guerra atroz de más de 25 años dejando Angola en un estado de desestructuración social, económica, política etc.
A la muerte de Agostinho Neto, Eduardo Dos Santos fue proclamado presidente en 1979.
Su principal tarea fue la lucha contra UNITA de Jonás Savimbi, un rival muy potente y muy bien apoyado. En aquella época, la guerra fría estaba en su mejor momento. Dos Santos obtuvo el apoyo de la URSS por medio de Cuba que llegó a enviar decenas de miles de militares. A su vez, Savimbi gozaba del apoyo incondicional de los Estados Unidos por medio del presidente Mobutu de Zaïre y de Suráfrica.
En 1988, la batalla de Cuito puso al descubierto el entramado internacional del conflicto. Las tropas de Cuba se enfrentaron de manera directa con las de Suráfrica dejando la desolación en toda la región. UNITA salió muy debilitado por la superioridad de los apoyos de MPLA.
En los años 1990, finalizada la guerra fría, las alianzas cambiaron y la estrategia de los USA también. La guerra de los Grandes Lagos que se inció en Rwanda fue el detonante de una nueva orden en la región. Mobutu y Savimbi perdieron el apoyo de los americanos y Dos Santos se convirtió en un aliado privilegiado del capitalismo americano. De hecho, en 1991,los dos enemigos se vieron obligados a firmar un acuerdo de paz y a organizar las elecciones. Desgraciadamente, en 1993, las elecciones acabaron en un baño de sangre al no reconocer Savimbi el resultado de las urnas. Más de 30.000 personas perecieron en tres días de enfrentamientos. Savimbi volvió a la rebelión.
En 1997, murió Mobutu abandonado por sus antiguos amigos y en 2002, murió Savimbi matado por las tropas de Dos Santos.
A partir de 2002, Angola empezó una nueva etapa con Dos Santos. La urgencia era la reconstrucción del país después de 25 años de guerra, época en la que se había utilizado todos los recursos naturales en la compra de armas y la lucha fratricida. Cabe recordar que Angola es el segundo país productor de petroleo de África y miembro importante del club de los productores de diamantes.
A pesar de los avances en infraestructuras y bienes de interés comunitario, el país sigue acusando grandes dificultades estructurales que ocasionan la desigual entre la población. Las cifras macoreconómicos no se traducen en el bienestar de la gente sencilla. Por otro lado, la economía de Angola sigue dependiendo casi exclusivamente del petroleo. Este hecho está a la base de la crisis económica de los últimos años desde la caída mundial del precio del oro negro. También hay que señalar que la corrupción se ha hecho endémica en las instituciones lo que obstaculiza el equilibrio económico general.
Eduardo Dos Santos, 37 años presidente, acaba de proclamarse candidato por otros años más. En esto, África está muy por delante.

miércoles, 17 de agosto de 2016

Los negros y el deporte

Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro están siendo una revelación y una prueba más de que algunos mitos raciales están basados más sobre la ideología que sobre la verdad.
Hace tiempo que se intentaba convencer al mundo de que los negros son aptos por el atletismo y que su constitución genética les impedía brillar en una serie de otras carreras deportivas. De hecho, siempre que había una competición al nivel mundial, los negros africanos conseguían llevar medallas en las carreras de fondo mientras que los afrodescendientes competían al nivel muy alto en las carreras rápidas. Más allá de estas categorías, se les podía ver en el fútbol por los africanos y en el baloncesto o boxeo por los afrodescendientes. Se hicieron teorías de todo tipo sobre la genética, la situación geográfica. Hoy por hoy, se acaba de comprobar que los negros son capaces de romper todos estos mitos.
Vayamos por partes: 
Se ha afirmado con rotundidad que ningún negro podía competir a un nivel alto en la natación porque su capacidad pulmonar no es suficiente para aguantar el agua o que la masa corporal de los negros no les permitía flotar durante mucho tiempo.  Durante mucho tiempo, se ha creído esta falsedad sin ninguna comprobación científica. Este mito acaba de caer con las dos medallas de oro logradas por Simone Manuel. Esta nadadora americana demostró que los negros son capaces de subir a lo más alto del podio en contra de todas las teorías.
Otro mito aterrador decía que los negros no eran capaces de hacer gimnasia de élite porque tienen los brazos y las piernas demasiados largos. ¡Qué barbaridad! Pues ha llegado la afroamericana Simone Biles para desmentir una vez por todas esta teoría pseudocientífica. ¿Quién no ha podido admirar a esta chica de 19 años que acaba de llevar cuatro medallas de oro, casi cinco si no hubiera tenido mala suerte como todo ser humano? Toda la prensa ha podido mostrar cómo Biles se mueve en el aire flotando para hacer saltos de extraordinaria belleza o como salta de barra en barra desafiando la ley de la gravedad. Por cierto, Biles forma parte de los pocos gimnastas que han dado su nombre a un postura que ella sola sabe ejecutar. Supongo que el mito de la incapacidad de los negros a hacer gimnasia queda sepultado para siempre. Gracias Biles.
Simone Biles con su simpática sonrisa

El problema de los negros no es su constitución física ni su capacidad mental ni nada por el estilo. El problema es la falta de medios y de infraestructuras de entrenamiento. Si los africanos consiguen brillar en el atletismo es que este deporte no requiere muchos medios para llegar a la excelencia. No se puede pedir que haya deportistas de élite en el golf o natación sincronizada si en África no hay infraestructuras suficientes para eso.
Al final, estamos siempre en el mundo a dos velocidades. Se organiza una competición mundial entre personas con recursos desiguales. El resultado es siempre lo que es: los que se entrenan bien con suficientes medios y apoyo consistente saldrán mayoritariamente ganadores. Los pobres llevan siempre la peor parte.
Mi felicitación a tantos deportistas negros que están dando la cara. Están demostrando una vez más a los ignorantes que la humanidad es una. Gracias Simone Biles, Simono Manuel, Usain Bolt, Mohamed Farah, Almaz Ayana etc. Algún día África demostrará que los negros son capaces de mucho más. Es una questión de tiempo.
                                                                                     Gaetan