Hay algunos aspectos en los que África ocupa un lugar privilegiado en el mundo: la longevidad de los presidentes. En la actualidad, el récord lo tiene Teodoro Obiang Nguema de Guinea Ecuatorial seguido de cerca por Eduardo Dos Santos. Los dos cumplen 37 años en el poder y no hay fecha de salida. Más bien, el segundo acaba de oficializar su candidatura para seguir en el puesto.
La historia reciente de Angola coincide con la de Dos Santos. Nacido en 1942 en lo que era la antigua colonia portuguesa, Dos Santos entró muy pronto clandestinamente en los movimientos de lucha contra la colonización. En 1961, se exilió en el vecino Congo dónde se unió a otros luchadores. En 1965, fue admitido en URSS dóndo curso los estudios superiores que acabó en 1969 con una ingeniería en petroleo y comunicaciones. Volvió a su tierra natal.
En aquella época, tres movimientos luchaban paralelamente contra los colonizadores portugueses: MPLA (Movimiento popular para la liberación de Angola), UNITA (Unión nacional para la independencia total de Angola), FNLA (Frente nacional de liberación de Angola). Los tres movimientos nunca llegaron a entenderse a pesar de tener el mismo objetivo. Aquello fue la base de la desgracia de Angola muchos durante muchos años.
En efecto, en 1975, Angola obtuvo su independencia. Agostinho Neto de MPLA dónde también militaba Dos Santos se proclamó presidente pero los otros dos movimientos nunca le reconocieron. A partir de este momento, dentro del marco de la guerra fria entre los USA y la URSS, siguió una guerra atroz de más de 25 años dejando Angola en un estado de desestructuración social, económica, política etc.
A la muerte de Agostinho Neto, Eduardo Dos Santos fue proclamado presidente en 1979.
Su principal tarea fue la lucha contra UNITA de Jonás Savimbi, un rival muy potente y muy bien apoyado. En aquella época, la guerra fría estaba en su mejor momento. Dos Santos obtuvo el apoyo de la URSS por medio de Cuba que llegó a enviar decenas de miles de militares. A su vez, Savimbi gozaba del apoyo incondicional de los Estados Unidos por medio del presidente Mobutu de Zaïre y de Suráfrica.
En 1988, la batalla de Cuito puso al descubierto el entramado internacional del conflicto. Las tropas de Cuba se enfrentaron de manera directa con las de Suráfrica dejando la desolación en toda la región. UNITA salió muy debilitado por la superioridad de los apoyos de MPLA.
En los años 1990, finalizada la guerra fría, las alianzas cambiaron y la estrategia de los USA también. La guerra de los Grandes Lagos que se inció en Rwanda fue el detonante de una nueva orden en la región. Mobutu y Savimbi perdieron el apoyo de los americanos y Dos Santos se convirtió en un aliado privilegiado del capitalismo americano. De hecho, en 1991,los dos enemigos se vieron obligados a firmar un acuerdo de paz y a organizar las elecciones. Desgraciadamente, en 1993, las elecciones acabaron en un baño de sangre al no reconocer Savimbi el resultado de las urnas. Más de 30.000 personas perecieron en tres días de enfrentamientos. Savimbi volvió a la rebelión.
En 1997, murió Mobutu abandonado por sus antiguos amigos y en 2002, murió Savimbi matado por las tropas de Dos Santos.
A partir de 2002, Angola empezó una nueva etapa con Dos Santos. La urgencia era la reconstrucción del país después de 25 años de guerra, época en la que se había utilizado todos los recursos naturales en la compra de armas y la lucha fratricida. Cabe recordar que Angola es el segundo país productor de petroleo de África y miembro importante del club de los productores de diamantes.
A pesar de los avances en infraestructuras y bienes de interés comunitario, el país sigue acusando grandes dificultades estructurales que ocasionan la desigual entre la población. Las cifras macoreconómicos no se traducen en el bienestar de la gente sencilla. Por otro lado, la economía de Angola sigue dependiendo casi exclusivamente del petroleo. Este hecho está a la base de la crisis económica de los últimos años desde la caída mundial del precio del oro negro. También hay que señalar que la corrupción se ha hecho endémica en las instituciones lo que obstaculiza el equilibrio económico general.
Eduardo Dos Santos, 37 años presidente, acaba de proclamarse candidato por otros años más. En esto, África está muy por delante.
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