sábado, 9 de enero de 2016

Las guerras africanas (part 7)

La guerra de Somalia.

Somalia es desde más de 20 años el prototipo de lo que se llama en el lenguaje internacional "un país fallido". Este término se aplica tan bien porque realmente el país se rompió en pedazos perdiendo por completo las características de un estado. Desde 1995, su sede en la ONU está desocupada. Somalia es la cara más amarga de un país que junta a la vez la codicia, la corrupción, el egoísmo, la pobreza y tantas otras lacras típicas de la degeneración. El resultado es una violencia generalizada y una lucha de todos contra todos, muchas veces, sin sentido.

Origen del conflicto.

La colonización de Somalia fue un caso atípico. Pasó sucesivamente entre las manos de Francia, Italia, Reino Unido. También una parte importante estuvo bajo dominio de Etiopia y otra bajo dominio de Kenya. Este hecho hizo que después de la independencia, Somalia nunca tuvo una identidad como estado. Se puede fijar la independencia en 1960 cuando Inglaterra e Italia se entienden para dejar el territorio.
En 1969, el general Siad Barre hace un golpe de Estado e instala una dictadura. Consigue apoyo de Estados Unidos y otorga el mercado de la explotación del petróleo a las empresas americanas: CONOCO, AMOCO, CHEVRON, PHILIPS.
En 1991, el dictador Siad Barre es derrocado por una coalición de movimientos militares heteróclitos sin programa político. Lo único que les unía era el derrocamiento del dictador. Una vez que se va el dictador, la alianza se rompe en mil pedazos cada grupo reuniendo a los de su tribu. El país cae entre las manos de los señores de la guerra sin mando central. La guerra civil estalla en todas partes. Uno de los movimientos (Movimiento Nacional Somali) proclama unilateralmente la independencia del norte. El otro movimiento importante (Congreso Unido Somali) controla la capital y el resto del país.
Durante todo el año 1991 y 1992, el país se sumerge en un caos indescriptible. La sequia se añade a la desgracia y estalla una hambruna sin precedentes, matando a miles de personas. Los organismos internacionales intentan intervenir en vano. Todas las ayudas están secuestradas por los milicianos de una banda u otra. El pueblo se queda sin nada. Entre tanto, la hambruna sigue su curso. Los trabajadores humanitarios están secuestrados o matados. La situación conmueve al mundo entero.

Intervención de la comunidad internacional

La ONU impulsa acuerdos de paz entre las facciones para alcanzar una cierta reconciliación. Para fortalecer el proceso de paz, se decide enviar los cascos azules para proteger la ayuda humanitaria y mantener la paz. Pero no hay ninguna paz que mantener.
En 1992, se inicia la primera operación UNOSOM. Muy pronto, la ONU se da cuenta que la misión de paz estaba siendo desbordada. Miles de personas seguían muriendo en todas partes. En 1993, se decide robustecer la misión de paz con UNOSOMII. Tampoco se consigue parar la sangría. Las diferentes facciones siguen luchando entre sí y robando las ayudas humanitarias.
Dos señores de guerra obstaculizan enormemente la paz: Ali  Mahdi Mohamed considerado como presidente interino y Mohamad Farrah Aidid. Cada uno tiene sus sanguinarios milicianos y reina como un monarca.
Los Estados Unidos deciden enviar más tropas bajo el paraguas de la ONU en una operación llamada "restore hope". En muy poco tiempo, despliegan más de 40.000 militares con la autorización de abrir fuego ofensivo. La idea era crear un efecto persuasivo y parar las matanzas. Todo debía funcionar bajo el mando de la ONU.
Sin embargo, sin avisar a la ONU, los Estados Unidos deciden enviar una unidad de élite con el objetivo de capturar a Mohamed Farrah Aidid. Su primer intento fue un fracaso rotundo. Murieron más de 30 militares americanos y los milicianos del señor de guerra hicieron una macabra procesión en la calle con algunos cuerpos de los soldados americanos capturados. Aquellas escenas empujaron el gobierno americano a retirar sus tropas. La misión había fracasado.
En 1995, la ONU toma una decisión histórica de abandonar Somalia. La comunidad internacional se desentiende el problema somalí. Ya nadie se conmueve de lo que sucede allí. Ningún país querría arriesgarse a enviar sus tropas después de la retirada de los americanos. Somalia se hunde definitivamente en el caos durante 20 años. Durante todo ese tiempo, el país desparece como estado. Ni gobierno, ni representación en la ONU ni diplomacia internacional. El país se divide básicamente en tres partes: el norte llamado Somaliland más o menos estable, el centro con un mínimo de gobierno y el sur absolutamente caótico.

Intentos de los países africanos.

En 2004, después de intensas negociaciones, se acuerda formar un gobierno de transición en Kenya.
En 2006, el gobierno de Etiopia decide intervenir directamente en Somalia. Con un ejército organizado y potente, cruza la frontera y llega a la capital echando a los señores de guerra. Con el apoyo de Estados Unidos, consigue instalar el gobierno de transición en la capital y un parlamento de transición. Sin embargo, las guerrillas siguen en otras partes del país.
En 2007, los Estados Unidos bombardean algunas ciudades bajo pretexto de luchar contra Alqaida. Entre tanto, la Unión africana decide enviar tropas con misión ofensiva. Uganda y Burundi se comprometen a proporcionar el grueso de los militares. Siendo los dos países bien organizados, sus soldados consiguen arrebatar muchas ciudades entre las manos de los milicianos. Sin embargo, uno de los grupos radicales llamado Al Shabab se opone forozmente a la Unión Africana y emprende acciones bélicas contra los países protagonistas.
En 2011, kenya decide unilateralmente entrar en acción. Cruza la frontera con un potente ejército y ocupa las ciudades del sur.

En la actualidad, Somalia sigue sangrando. Las fuerzas africanas intentan devolver la paz a gran parte del país pero las guerrillas no abandonan la lucha. El terrorismo de Al Shabab sigue azotando dentro y fuera del país. Las autoridades de transición viven bajo miedo  de asesinatos y ataques terroristas. El territorio es un nido de todo tipo de tráficos y mafias. Somalia es un país fallido.
Gaetan

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