Sina Gérard me recoge en Kigali, una mañana, en su coche Land
Rover. Cruzamos la ciudad de Kigali, capital de Rwanda y nos adentramos en las
colinas hacia el norte. En esta carretera asfaltada que serpentea las montañas,
voy contemplando la alternancia de colinas y valles. Rwanda es una belleza
indescriptible. Su paisaje verde es una maravilla de la naturaleza. Al cabo de
40 minutos, llegamos al centro Nyirangarama, la sede de la empresa Urwibutso
creado y desarrollado por la misma persona que me conduce.
Nyirangarama era en los años 80 ya un centro bastante moderno
y concurrido por estar al lado de la carretera principal que une la capital con
las ciudades del nordeste del país. Sina empezó su negocio poco a poco
vendiendo artículos de base sin que nadie pudiera sospechar que aquel chico
delgado con un lenguaje dulce y muy respetuoso llegara a montar un imperio de
negocios y a transformarse en un millonario.
Fue en los años 90 cuando por un secreto que solamente él
conoce, Sina inició un tipo de bollos muy originales llamado "Urwibutso",
nombre que significa recuerdo en la lengua nacional, el Kinyarwanda. Muy
rápidamente el invento tuvo éxito en todo el país y el término se convirtió en
el símbolo de una nueva empresa innovadora en el centro de Nyirangarama.
El genocidio de 1994 paralizó por dos años la empresa pero a
partir de 1997, Sina volvió a la carga esta vez con nuevos inventos todos
originales los unos como los otros. La empresa dejó de producir solamente los
bollos para convertirse en una cadena alimentaria importante acogiendo otras
novedades. Allí se empezó la transformación de diversos productos del huerto
diversificando así el negocio. En la actualidad, Urwibutso es una empresa que
produce zumos de todo tipo de frutas, pimienta picante llamada Akabanga, licor
de plátanos, agua embotellada, el vino rojo producido a partir de las viñas
sembradas en las colinas de Rwanda, galletas de boniato etc.
El negocio se amplió tanto que ya los productos se venden por
todo el país y parte del extranjero como en Bélgica o Alemania. También la
originalidad de la empresa le valió muchos premios sea a la mejor creatividad en
un país en vías de desarrollo sea a la mejor integración rural. Nyirangarama
que era antes un pequeño centro creció y tomó una relevancia tal que hoy en día
es un sitio de obligada visita para todos los que visitan el norte de Rwanda.
Lo que llama la atención de esta singular empresa es la calidad de los productos, el higiene muy
destacado en los lugares de producción y la disciplina de los trabajadores. Al
ver la eficacia y el resultado, uno se da cuenta de que África puede ir
adelante con sus propios iniciativas.
La sede de Urwibutso.
La originalidad de la empresa de Sina es igualmente su
apuesta por emplear a los habitantes locales. La mayoría de los que trabajan
allí son chicos y chicas del lugar, algunos universitarios, otros con un
sencillo bachillerato y una mano de obra numerosa de los que no pudieron llegar
lejos en los estudios. Esto hace que la empresa parezca realmente un bien del
pueblo y sin lugar a dudas, la presencia de esta empresa hizo que el nivel de
vida del pueblo está notablemente por encima de otros lugares.
En la actualidad, la empresa utiliza algo más de 600
trabajadores entre los técnicos cualificados y trabajadores fijos y temporales.
Muy pocas empresas en el país llegan a esta prestación en un lugar alejado de la capital.
Nyirangarama es ahora mismo el símbolo de un nuevo tipo de desarrollo rural y
el modelo de éxito de una empresa típicamente local que nació y creció sin
depender de una tecnología venida de lejos.
El otro punto muy interesante que hay que destacar es la
apuesta por la educación. Aparte de la producción y la venta que son los
nervios del busness, Sina quiso también promocionar la enseñanza local. A este
efecto, puso en marcha una escuela donde todos los niños del lugar pueden
estudiar pagando poco o nada según el nivel de vida de los padres. La escuela
ubicada en una montaña preciosa, lejos de la carretera principal, alberga a más
de 800 alumnos, la mayoría de ellos internos. Inútil insistir que mantener y
abastecer una escuela es una labor que requiere mucha dedicación y muchos
medios. Quizá uno de los logros de Sina para el futuro de la zona sea eso más
que la empresa en sí.
Gaetan y Sina ante los alumnos.
Todos los que pasan por el lugar alaban la creatividad cada
vez grande de este señor que no deja de poner en el mercado novedades. Cada año
intenta presentar algo nuevo en la exposición venta que organiza el ministerio
del comercio al nivel nacional y varias veces salió apremiado por sus
productos. Al mismo tiempo, se alaba la integración del pueblo dentro de la
empresa lo que constituye un elemento de desarrollo de la zona. No solamente,
la empresa emplea a gente local sino que también compra los productos de los huertos
de la región sea para la transformación, sea para alimentar los alumnos de la
escuela, sea para la consumación de los trabajadores.
Hay quien me dijo que si hubiera diez personas capaces de
hacer Urwibutso en el país, Rwanda saltaría al nivel de países emergentes
dentro de muy poco tiempo. No cabe duda que África se desarrollará cuando haya
muchas personas creativas capaces de poner en marcha una empresa como Urwibutso
y que suficientemente valientes para realizar este tipo de proyectos. Felicidades
a todos los que constituyen el orgullo de África y al mismo tiempo su futuro.
Gaetan
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