Este mañana del sábado 29 de agosto decía la ministra francesa de la ecología, Segolène Royale, que la inmigración africana tiene que ver con los problemas climáticos. Argumentaba diciendo que los cambios del clima en África dificultan la cosecha y empujan a los jóvenes a emprender viajes arriesgados para ir a Europa. Por este motivo el gobierno francés ha convocado una cumbre franco-africana en Malta en septiembre para estudiar el tema.
Supongo que la dama Royale sabe de que está hablando pero no dejan de ser sorprendente sus declaraciones. ¿De verdad la inmigración africana viene esencialmente motivada por el clima?
Los datos que manejan las agencias especializadas dicen que la mayoría de los inmigrantes africanos vienen de los países en guerras crónicas especialmente Somalia o los países muy totalitarios como Eritrea. Los que vienen del África del oeste están motivados por la búsqueda de oportunidades que no encuentran en sus países. Muchos emprenden esos viajes con la idea de llegar a Europa, encontrar trabajo y sostener a sus familias.
No hay indicios de que esos inmigrantes son especialmente agricultores que hayan dejado los campos por la sequía o la mala cosecha aunque seguramente todo se pueda relacionar. El motivo principal de la inmigración es el sueño de encontrar una vida mejor que sus países de origen no les proporcionan. La solución está necesariamente en mejorar las condiciones de vida en los países de origen por ejemplo ayudando a solucionar los conflictos y a poner en marcha las dinámicas de desarrollo sostenible.
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