(Dr Gaetan Kabasha)
En una sola semana África ha perdido dos ex-presidentes que marcaron el continente cada uno a su manera pero todos en sentido positivo. Se trata de Amadou Toumani Touré de Mali y Jerry John Rawlings de Ghana. África les debe un tributo y les recordará como héroes y faros no solamente en sus países sino también en el continente.
Empecemos por el más antiguo y que probablemente ha dejada más frutos por sus decisiones: Rawlings. Este hombre entró en la política en 1979 como capitán del ejército del aire. De padre Escosés que nunca conoció y de madre ghanés, Rawlings no soportó la corrupción que veía en la clase política mientras su pueblo se sumergía en la miseria. Junto con unos cuantos compañeros intentó un golpe que falló. Detenido, fue juzgado en público en un estadio. Aprovechando la ocasión, reconoció el delito y transformó su juicio en un motín político. A la salida del juicio, el pueblo ayudado por algunos miembros del ejército le fue a sacar de la cárcel y en la confusión general, tomó la presidencia. El flamante presidente, joven de 32 años, mandó fusilar a los ex-presidentes y varios generales que el pueblo consideraba como la causa de todas las desgracias del país. El acontecimiento conmovió al mundo entero pero la señal era muy clara. Tres meses más tarde, entregó el poder a los civiles pensando haber limpiado la porquería. Volvió a su oficio del ejército.
En 1981, solamente dos años de aquel primer golpe, Rawlings constató la misma corrupción y la misma ineficacia de la nueva clase política. La indiferencia de la élite frente al pueblo le era insoportable. Se dio cuenta que se había equivocado al entregar el poder sin cambiar la mentalidad. Volvió a tomar el poder y esta vez afirmando que volvía para quedarse. Instauró un tipo de gobierno de tendencia socialista y panafricanista sin romper del todo con las instituciones capitalistas. Se dedicó a cambiar la mentalidad del pueblo ghanés; resucitó el espíritu de Kwame Nkrumah considerado como el padre del panafricanismo. Durante 18 años, nunca apareció como los sátrapas que mandaban en muchos países africanos en aquella época. La sobriedad y la sinceridad eran su arma.
En 1992, decidió seguir la corriente general de África y instauró el multipartidismo. Hizo votar una constitución que fijaba el límite de mandatos presidenciales a dos. En el año 2000, después de finalizar su segundo mandato, organizó las elecciones sin ser candidato y reconoció la victoria del candidato de la oposición. Se retiró de la política después de ofrecer al país unas instituciones sólidas y estables. Hoy en día, Ghana es el ejemplo de democracia y alternancia en todo el continente.
Rawlings muere siendo un hombre sobrio y sincero. En los últimos años, se dejaba ver en la calle o en el mercado como un hombre cualquiera, admirado por su pueblo. También se dedicaba a aconsejar a los mandatarios que acudían a él en busca de ayuda. RIP
Pasemos ahora a Amadou Toumani Touré llamado ATT. Militar de carrera, general, tomó el poder en Mali en 1991 para poner fin al desorden instalado en el país por las manifestaciones populares contra el dictador Moussa Traoré. Organizó una conferencia nacional para crear un consenso sobre la gobernanza del país y después de una transición de un año, entregó el poder al nuevo presidente civil elegido democráticamente. ATT se retiró con cabeza alta. A partir de este momento, se convirtió en un héroe para muchos jóvenes africanos que vieron en él una encarnación de la virtud en un momento en que los dictadores asolaban el continente, aferrados al poder como una sanguijuela sobre la piel.
Por su sabiduría y experiencia, fue enviado a la República Centroafricana para ayudar a resolver el conflicto político que había llevado a los motines de una parte del ejército contra el presidente Ange Felix Patassé.
En 2002, ATT presentó su candidatura a las elecciones presidenciales y fue elegido con una holgada mayoría. El pueblo veía en él un soldado de la democracia y depositó sus esperanzas en él. El primer mandato pasó sin grandes problemas. Sin embargo, el segundo mandato que gano en 2007 no le fue bien. No supo gestionar bien el conflicto de los pueblos del norte que querían la independencia de AZAWAD. Las derrotas sucesivas del ejército crearon un descontento tan fuerte que la situación se hizo insostenible. Dos meses antes del final de su mandato en 2012, fue derrocado por un golpe de Estado pilotado por el capitán Amadou Sanogo. El mundo entero se conmovió del golpe y quiso reaccionar a favor de la vuelta a la normalidad democrática con ATT a la presidencia pero éste sorprendió a todos renunciando al cargo. No fue un final feliz pero fue un final de valentía y de amor por su pueblo.
Amadou Toumani Touré sufrió el exilio y las injustas humillaciones pero al final pudo volver a su país dónde falleció el 10 de noviembre de 2020.
África necesita a hombres que aman a su pueblo más que al poder y que están dispuestos a entregarse cuando haga falta para restablecer la dignidad de su país.
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