lunes, 5 de agosto de 2019

La lacra de la esclavitud (parte 1)


(Gaetan Kabasha)
El fenómeno de la esclavitud puede considerarse como un hecho clave para explicar la miseria de la especie humana. No hay constancia de la existencia de esta práctica en el reino animal. Solamente los hombres han llegado a considerar a sus semejantes como máquinas de trabajo gratuito pudiendo disponer de ellos como si de instrumentos se tratara. De hecho, los filósofos antiguos, lumbreras de la humanidad en su época, sostenían que un esclavo era como una herramienta que habla. Aristóteles llegó a afirmar que el esclavo, por participar de la razón sin tenerla, no se pertenece a sí mismo sino a otro. Para él, la esclavitud era algo absolutamente natural en toda sociedad.

De hecho, les imperios antiguos practicaban masivamente la esclavitud. Sin ir más lejos, la Biblia nos relata cómo los faraones de Egipto llegaron a esclavizar a todo el pueblo de Israel. El imperio romano disponía de innumerables esclavos comprados en los países considerados bárbaros o capturados durante las incesantes guerras de conquista. Toda la economía del imperio romano giraba en torno a la institución de la esclavitud.
Hay un hecho llamativo sobre este fenómeno en la época romana: les esclavos deshumanizados consiguieron ocupar el puesto de maestros de la cultura llamada “humanitas” a los ciudadanos pudientes de Roma. Muchos de los grandes oradores y políticos fueron enseñados por les griegos que vivían en condición de esclavo. El traspaso de la “paideia” griega a la “humanitas” romana fue operada por los esclavos en cierta medida. Este hecho viene a mostrarnos que la condición de esclavo no era en todos los casos como la imaginamos. El esclavo era propiedad del patrón sin derechos políticos pero podía gozar de los bienes de sus dueño llegando incluso, en ciertos casos, a ser liberados y adoptados como hijo.
En las sociedades africanas, muy particularmente en los imperios del África central y occidental, la esclavitud era una realidad muy practicada. Cuentan los historiadores que en el imperio de Congo en el siglo XVI, los esclavos eran más numerosos que los hombres libres. En el mismo siglo, el rey Askia de Gao entregó al sultán marroquí Ahmed Al Mansour 10.000 esclavos para evitar la aniquilación del su reino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario