Este sacerdote quiere llevar a muchos jóvenes de
África a la universidad
Por Blanca Ruiz(Texto publicado en Aciprensa)
P. Gaetan Kabasha. Foto:
Captura de video / YouTube.
MADRID, 20 Ene. 17 / 03:15 pm (ACI).- El sacerdote africano Gaetan Kabasha no olvida sus raíces, en la convulsionada República de Ruanda, y aunque realiza su labor ministerial en España, ha creado la Asociación Universidad para el Desarrollo para que jóvenes en África puedan acceder a estudios universitarios.
El hoy capellán del Hospital Clínico San Carlos de Madrid (España), tiene 44 años y nació en Ruanda, país del que tuvo que huir por el genocidio para refugiarse en la República Centroafricana. Allí descubrió su vocación al sacerdocio.
El P. Kabasha cursó el seminario en España, ya que el Obispo de Bangassou (República Centroafricana), diócesis en la que está incardinado, es el misionero comboniano español Juan José Aguirre.
Cuando llegó a España, recuerda, “no sabía absolutamente nada de español. Era la primera vez que estaba en Europa y todo era distinto. Nunca había visto un metro”.
Años después, volvió a Bangassou, donde se ordenó sacerdote en noviembre de 2003. Ahí trabajó durante años en una zona rural en la selva, donde “no había ni teléfono fijo y pasé ocho años sin leer ningún periódico porque no llegaban”.
Entrevistado por ACI Prensa, el P. Kabasha asegura que “lo que constituye la fe nada tiene que ver con los medios materiales, de hecho estos a veces la obstaculizan. Son gente de muchísima fe, tienen una confianza en Dios total, aunque a veces tienen costumbres que pueden estar alejadas del cristianismo, sin darse cuenta”.
Regresó a España en 2011 para hacer la tesis doctoral en Filosofía y poder servir mejor a su pueblo. Y mientras la termina, trabaja como capellán en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde ayuda a los enfermos a encontrarse con Dios.
“Es una pastoral diferente porque no es una parroquia con una comunidad fija. Son fieles pasajeros, pero sin duda es una labor de consolación y santificación”, asegura.
El sacerdote señala que lleva la “consolación por acompañar a los enfermos que lo necesitan, a veces están con angustia, cansancio o no saben cómo llevar la enfermedad. Y también la santificación que está en los sacramentos porque la consolación también lo pueden hacer los voluntarios”.
El P. Kabasha explica que se trata de un hospital grande en el que puede haber más de 900 pacientes y en el que hay situaciones muy diferentes, pero recuerda el caso de una joven que estuvo durante un año hospitalizada y que “no sabíamos si saldría adelante”.
La joven cambió de hospital y tres años después su madre contactó al P. Gaetan. “Me llamó para decirme que ahora su hija se había recuperado y que estaba segura que era por todo lo que rezamos por ella durante el tiempo que estuvo en el San Carlos”.
“Hay veces que no vemos los frutos, porque no condicionamos la gracia de Dios sino que esta viene cuando quiere porque Dios tiene sus tiempos y sus modos. A veces veremos los resultados y otras no”, asegura.
Volver a África
El P. Gaetán sabe que cuando termine la tesis volverá a África, pero durante el tiempo que lleva en España no se ha olvidado de sus orígenes y de las necesidades de su pueblo. Por eso ha fundado una asociación para ayudar al desarrollo cultural y espiritual de los jóvenes universitarios africanos y así mejorar desde dentro el continente.
“Hay organizaciones muy volcadas en la educación primaria, pero hay muy pocos estudiantes que siguen en secundaria y son una amplia minoría quienes llegan a formación superior. Esto es necesario cambiarlo pero para ello hay que entender los mecanismos de la sociedad africana”, explica el sacerdote que puso en marcha el proyecto de financiación de estudios a universitarios.
“Hay muchos chicos que valen y que no pueden estudiar por falta de recursos. Desde España buscamos fondos para financiar sus estudios universitarios pero la originalidad del proyecto es que se comprometen a que cuando finalicen los estudios, ellos financiarán a los estudiantes que vengan después”.
Un modo de crear autodesarrollo, porque según afirma el sacerdote “no podemos depender siempre de Europa, sino que el desarrollo venga desde dentro”.
La elección de los estudiantes y el control del dinero de las becas se realiza a través de la arquidiócesis de Kigali, en Ruanda. “Los trabajadores de la diócesis, el Obispo, están en el terreno y saben qué hace falta y qué chico puede seguir estudiando. Es la manera más práctica de hacer un seguimiento al dinero que se envía, para tener la certeza de que termina en donde tiene que terminar”, insiste.
La Asociación Universidad para el Desarrollo está oficialmente reconocida por el Ministerio del Interior español y actualmente financia a 7 estudiantes. Pero el reto es llegar, cada año a muchos más.
Más información sobre el proyecto y cómo colaborar AQUÍ.
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